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Un cuadro

Hoy tocaba consulta regular al neurólogo tras la visita de urgencias del mes pasado. Debido al brote me aumentaron la dosis de prednisona a 75 mg/día. Una burrada que paró el brote pero que tiene unos efectos secundarios del copón: aumento de los temblores en las manos, insomnio y sueño irregular, un hambre que tira de espaldas y un cansancio generalizado que se añade al ya existente. Un cuadro, vamos. Además dicen que con los corticoides engordas y te hinchas, así que las oposiciones a Paquirrín están servidas.

Hacía casi un año que no me daba un brote. Eso no es ni bueno ni malo. Lo de esta enfermedad ya no tiene sentido con lo que buscarle explicaciones o razonamientos dejó de ser una opción. Hay que estar a lo que venga y así para toda la vida.

La semana pasada empecé con mucho ánimo lo del Master de Profesorado pero ya me he dado cuenta de que no voy a poder acudir a clase todo lo que me gustaría. Lo de estar cinco horas sentado en unos pupitres incómodos me supone una tortura china una vez pasados los primeros 90 minutos. Lo bueno es que con la discapacidad puedo pedir un certificado de alumno por tiempo parcial y me hacen la vista gorda a la asistencia.

Y mientras, no estarse quieto. Seguir abriendo frentes y viendo hasta donde me deja llegar la CIDP.

Octavo aniversario

Íbamos esta mañana en el coche. Belén conduciendo. Yo mirando el calendario. 17 de octubre. ¿De qué me suena esa fecha? ¿Se me pasa el cumpleaños de alguien? Facebook no me ha avisado de nada. Anda, si hoy es nuestro anirvesario de boda. 17-10-03. Ninguno de los dos habíamos caido. Así de románticos somos. Por lo menos esta noche vamos a abrir una botella de vino porque tan mal no ha ido la cosa. Bueno, en realidad el matrimonio no podía haber ido mejor.

Verano pedagógico

Pues ya se acabó el verano hace unas semanas y la verdad es que he hecho de todo menos descansar.

Para mejorar la maltrecha economía familiar puse unos anuncios para dar clases particulares: inglés, filosofía y literatura terminaron cayendo. Me tuve que poner las pilas porque aunque sean asignaturas que me gustan me tenía que preparar diaramente las clases. Todo ello empezó con haberme sacado con facilidad quinto de inglés en la escuela de idiomas y ha coronado con el inicio del Master de Profesorado de ESO, Bachillerato y FP en Lengua, Literatura, Latín y Griego la semana que viene.

Todo esto me ha servido para darme cuenta de lo importante de la pedagogía. De lo importante que es aprender pero más aun querer aprender. Tengo la suerte de querer aprender, pero quiero aprender demasiadas cosas, abro demasiados frentes y no termino de cerrar ninguno. Me tengo que centrar, focalizar, porque así no voy a ningún lado. En caso de que quiera llegar a algún sitio. Que es algo en lo que también tengo que aclararme.