Verano pedagógico

Pues ya se acabó el verano hace unas semanas y la verdad es que he hecho de todo menos descansar.

Para mejorar la maltrecha economía familiar puse unos anuncios para dar clases particulares: inglés, filosofía y literatura terminaron cayendo. Me tuve que poner las pilas porque aunque sean asignaturas que me gustan me tenía que preparar diaramente las clases. Todo ello empezó con haberme sacado con facilidad quinto de inglés en la escuela de idiomas y ha coronado con el inicio del Master de Profesorado de ESO, Bachillerato y FP en Lengua, Literatura, Latín y Griego la semana que viene.

Todo esto me ha servido para darme cuenta de lo importante de la . De lo importante que es aprender pero más aun querer aprender. Tengo la suerte de querer aprender, pero quiero aprender demasiadas cosas, abro demasiados frentes y no termino de cerrar ninguno. Me tengo que centrar, focalizar, porque así no voy a ningún lado. En caso de que quiera llegar a algún sitio. Que es algo en lo que también tengo que aclararme.

2 thoughts on “Verano pedagógico”

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  2. Lo más importante para un buen profesor/maestro es que le guste aprender, porque en última instancia, aparte de los conocimientos específicos de cada asignatura, lo que enseña es a aprender, a que la información resulte un instrumento útil. Ánimo, el que quiere aprender tiene una ventaja sobre el resto de los mortales: la facilidad para asumir que el mundo es muy grande y nosotros muy pequeños ;)

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